Dos veces son las que ya he preparado esta maravilla de tarta. Una la compartí con mis compañeros de trabajo y gustó tanto que quise volver a maravillarme con su sabor en mi primer día de la madre este domingo pasado.
Reconozco que es un tanto laboriosa y que lleva bastantes ingredientes pero merece tantísimo la pena su resultado que no os deben de echar para atrás estos dos "pequeños" inconvenientes, por llamarlos de alguna manera.
No me digáis que la presentación no es preciosa y luce como una tarta de pastelería. Además el toque que le da el extracto de almendra amarga es algo espectacular y que, a mi, ha conseguido trasladarme al pasado; a mi infancia.
La receta es de
Elena (una de mis compañeras cocineras de
Petit-On) aunque yo la he variado un poquito en ingredientes y en alguna que otra cantidad. Además la he decorado con fresas (tan de temporada ahora) y con chocolate
Valor, en este caso he escogido uno
negro con un 70% de cacao y lo he rallado.
Pensabais que os iba a dejar sin ver el corte de esta riquísima tarta... pues no, aquí lo tenéis.
Ingredientes:
Para las creps:
- 90 grms de mantequilla.
- 750 ml de leche.
- 6 huevos.
- 190 grms de harina.
- 7 cucharaditas de azúcar (80 grms).
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 1 cucharadita de extracto de almendra amarga.
- Una pizca de sal.
- Aceite vegetal o mantequilla para freir las creps.
Para la crema de tiramisú:
- 250 ml de leche.
- 1 vaina de vainilla.
- 4 yemas de huevo.
- 110 grms de azúcar.
- 55 grms de maicena.
- 1 cucharadita de mantequilla blanda (10 grms).
- 60 grms de queso mascarpone.
- 80 grms de queso crema o de untar.
- 100 grms de queso Philadelphia con Milka.
Para el montaje de la tarta:
- 500 ml de nata para montar.
- 2 cucharadas de azúcar glass.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- Fresas para decorar (opcional).
Preparación:
Comenzaremos preparando las creps y para ello en una sartén derretiremos la mantequilla a fuego medio hasta que se dore y adquiera un color tostado. Mientras calentaremos la leche en un cazo y dejaremos enfriar unos 10 minutos. En un cuenco grande, mezclaremos los huevos, la harina, el azúcar y la sal. Incorporaremos la leche poco a poco, luego la mantequilla derretida y los extractos de almendra amarga y de vainilla. Cubriremos y dejaremos reposar en la nevera durante toda la noche. Para preparar las creps, sacaremos la masa de la nevera con antelación para que coja la temperatura ambiente. Calentaremos una sartén antiadherente de 20 cm con una pizca de mantequilla o aceite y una vez que esté caliente, echaremos un chorrito de masa en el centro que luego extenderemos por toda la superficie de la sartén y dejaremos dorar la crep más o menos 1 minuto, hasta que los bordes comiencen a despegarse. Le daremos la vuelta con la ayuda de una espátula y dejaremos dorar otro minuto más. Trasladaremos las creps a un plato cubierto con papel de horno. Proseguiremos de la misma forma hasta que terminemos con la masa (Según la receta original, deberían salir unas 30 creps, a mi me salieron más porque las hice bien finitas).
Para la crema de tiramusú, calentaremos la leche en una cazo hasta que se formen pequeñas burbujas. Abriremos la rama de vainilla a lo largo, sacaremos las semillas de su interior con la ayuda de un cuchillo y las echaremos en la leche. Dejaremos reposar 10 minutos. En una cazuela batiremos las yemas con el azúcar hasta que se mezclen bien. Añadiremos gradualmente
la maicena. En un cuenco aparte, batiremos los quesos y la mantequilla hasta que consigamos una mezcla cremosa. Incorporaremos poco a poco la leche templada a la cazuela con la mezcla de huevo, revolviendo constantemente. Pondremos la cazuela a fuego medio y coceremos la crema, sin dejar de remover, hasta que ésta comience a espesar. Cuando adquiera una consistencia parecida a la de la mayonesa, retiraremos del fuego y añadirla al cuenco con la mezcla de quesos. Batiremos todos los ingredientes hasta que la crema obtenga una consistencia suave y homogénea. Cubrir la superficie de la crema directamente con un film plástico y dejar reposar en la nevera durante al menos 4 horas o toda la noche (yo lo hice toda la noche para que cogiera cuerpo).
Finalmente el montaje de la tarta, batiremos la nata con el azúcar glas y el extracto de vainilla hasta que quede bien firme. Incorporaremos poquito a poco la nata montada a la crema de tiramisú. Con la ayuda de una espátula distribuiremos por toda la superficie una fina capa de crema sobre una crep, cubriremos con otra crep y así hasta que lleguemos a la última. Terminaremos con un poco de crema por encima. Meteremos en la nevera y dejaremos enfriar durante 2 horas. Sacaremos la tarta de la nevera media hora antes de servirla. Adornaremos con virutas de chocolate y fresas.