Para los amantes del dulce y el salado este es su plato. Una receta estrella que triunfará en la mesa en la que la pongas sí o sí.
Para los días que tienes prisa y no sabes que preparar o de repente tienes visita y te falta tiempo para elaborar una receta en condiciones pero quieres quedar bien, pero bien bien, te propongo esta fabulosa receta con la que se quitarán el sombrero después de haberla degustado.
Os he comentado ya varias veces que en casa solo cocinamos con
BRA. El menaje de mi cocina se compone en un 95% de cazuelas, cazos, sartenes... de BRA. Es resistente, estéticamente precioso, un teflón duradero, con un grosor en su base que hace que la comida se cocine por igual por todos los lados y que mantenga el calor por mucho más tiempo. Vamos que todo son ventajas.
En esta receta he usado la
cacerola baja de 24 cm donde después de rehogar las espinacas la he limpiado y ha ido al horno para terminar la receta. Con solo quitarle las asas de silicona la cacerola se convierte en un molde perfecto que puede ir al fuego o directamente al horno. Así de sencillo, cómodo y limpio.
En otro post os hablaré más detenidamente de la nueva gama de productos de menaje que ha sacado BRA y que es alucinante. Parecía que fuera imposible que se superasen pero lo han conseguido. Aunque no quiero adelantaros nada por ahora.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre.
- 1 bote de mermelada de cebolla (300grms).
- Un rulo de queso de cabra (85 grms aproximadamente).
- 300 grms de espinacas frescas.
- Un chorrito de aceite de oliva
Preparación:
Cortaremos la masa de hojaldre en círculo, en mi caso de 24 cm del diámetro de la cazuela de BRA. Lo que nos sobre lo utilizaremos para hacer el borde de la tarta colocando tiras largas de 2cm de ancho bordeando el círculo central. Rehogaremos las espinacas en el aceite de oliva y reservaremos. Sobre la cazuela colocaremos papel de horno o la engrasaremos con ayuda de un spray antiadherente. Sobre el papel o la cazuela colocaremos el círculo de hojaldre y luego el borde. Verteremos y extenderemos la mermelada de cebolla sin que cubra el borde que hemos colocado anteriormente de hojaldre. Sobre la mermelada echaremos las espinacas rehogadas y las repartiremos bien. Finalmente colocaremos rodajas de queso de cabra. Hornearemos a 200º, horno precalentado con calor arriba y abajo, durante 35 minutos.