Si ya Melchor me regaló el fantástico libro de
Margaret Mazzantini, hoy es Gaspar quien me hace un regalo. Este ha adoptado la forma de
Bloguzz y gracias, también a la ayuda de
PlanB (de
Barceló viajes), he podido degustar una fantástica cena.
¿Qué no conoceis
PalnB? Os cuento,
PlanB viene a ser el regalo perfecto para estas Navidades y os estareis preguntando ¿por qué? porque en una simple cajita encontrareis una experiencia única e irrepetible. Dareis con ese detalle ideal estas fiestas y ello porque hay multitud de
cajitas PlanB con una gran variedad de
contenidos; desde el
PlanB aventura (para los espíritus más atrevidos y arriesgados), pasando por el
PlanB Hoteles con Encanto (para esa escapadita que está pendiente y que no podemos dejar pasar por más tiempo), y llegando como culmen al
PlanB Crucero (para surcar los mares y olvidarte de la rutina por unos días)... en fin una gran variedad de PlanesB que os invito a que
visiteis.
Pues bien, como os iba diciendo Gaspar (ya sabeis que adoptó la forma de
Bloguzz, con la ayuda inestimable de
PlanB) decidió que lo más apropiado para mi era el
PlanB Gourmet y dió en la diana, acertó de pleno.
Fijaros en la cajita, es perfecta; pequeñita pero con un contenido muy extenso y sorprendente. En este caso el contenido supera, y con creces, al continente.
Dentro de la cajita encontrareis un folleto con los diferentes restaurantes adheridos al
PlanB y de entre ellos elegiremos el que más nos guste. En Tenerife, una pena, solo hay uno (¡pero que uno!) el
Hotel Escuela, sito en la Calle San Sebastián 152, Tlfn 822 010 500. Tendremos que reservar, para asegurarnos de que el día que más nos apetezca tendremos mesa.
En el folleto nos explica dónde está ubicado el restaurante, los horarios, una pequeña descripción de lo que allí nos ofrecerán y además incluye unas fotos del local; que hacen que nuestra imaginación vuele y permita que nos sintamos allí por unos instantes. También incluye un folleto que tendremos que rellenar con nuestros datos personales y que entregaremos en el restaurante una vez lleguemos (este folleto contiene dos códigos que autentifican el mismo).
Por dentro todo tan amplio, espacioso, iluminado, confortable...
Fijaros en el interior del restaurante, con una combinación de colores estupenda. Y con una música ambiental embriagadora.
Nos llamó mucho la atención el perenken de la pared (enorme y precioso), muy típico de Canarias.
Nos atendió Rasa, la maître, muy atenta y pendiente de nosotros en todo momento. En ningún momento nos faltó agua, ni vino en la copa. Los platos llegaron con los tiempos de espera adecuados. Todo salió perfecto.
La
carta muy cuidada. Me gustó su presentación minimalista y su color neutro. Una variedad increíble de platos a cada cual más llamativo. Fue difícil la elección.
Antes de traernos el condumio que habíamos pedido nos obsequiaron con un entrante delicioso. Unos rollitos de queso envueltos en salmón con germinados.
Sabéis lo que me gustan las ensaladas y la mejor manera de comenzar la cena era con dos de ellas:
Ensalada tibia de codorniz, salpicón de pulpo y macadamia.
Raviolis fríos de salmón, con camarón, cítricos, mini ensalada y mostaza natural.
Ambas con un sabor indescriptible. Las diferentes lechugas eran ecológicas y de
Güimar, frescas, crujientes... Todo una explosión de sabor en la boca.
Como platos fuertes:
Cochino negro cocinado 40 horas, fundido de almogrote, papa mortero a la trufa y cebolla caramelizada.
Con ese sabor dulce-salado que me encanta y que por más que lo coma no me canse.
Solomillo de Res al gusto.
Tremendamente tierno y acompañado de unas verduras cocidas al dente deliciosas.
Nos obsequiaron, antes del postre, con un vino dulce. Un Teneguía Malvasía con D.O. de la Palma. Con cuerpo y con un color dorado más que apetecible, ligeramente amargo.
Llegamos al final de la velada, al momento más esperado, al de los postres.
Financiero y cremoso de chocolate con corte de praliné de avellana.
Toda una locura para los más chocolateros, combinado con la avellana, hacen un tándem muy equilibrado y delicado.
Crema de quesillo, bizcochón de gofio y helado de reinetas.
Tan Canario y con una mesura en cada uno de sus ingredientes que lo hacían perfecto. Combinando, de una forma excelente, lo frío con lo cálido. Un postre insuperable.
Si todavía no has comprado los Reyes, o tienes próximo un cumpleaños, aniversario, evento importante en tu vida o en la de las personas que te importan y que quieres y no sabes con qué sorprender con el
PlanB acertarás seguro.