Otra receta de esas que triunfas sin apenas dedicarle tiempo y con cuatro ingredientes de fondo de despensa y de nevera.
Ya sabéis que en casa el sabor a limón gusta, y gusta mucho, así que con estas galletas el éxito lo tenía garantizado. Eso sí, una vez que las pruebas se van a convertir en un fondo de armario de tu recetario del que debe de pasar de generación en generación. En resumen nos gustaron a todos así que las repetiré hasta la saciedad cuando quiera darme un capricho o tenga invitados con los que quiera quedar bien, pero bien bien de verdad.
La receta... es de mi querida Isabel. Esta chica me conquista cada día más con cada una de las recetas que hago suyas. Esta receta es del libro que ha publicado recientemente (que espero que no sea el último porque es fabuloso). La recomendación para que las hiciera fue de Bertha que sabe que yo soy muy fan de Isabel, que en casa gusta mucho el limón y que ella ya las había hecho y probado. Acierto Bertha, de lleno.
Son unas galletas con una textura de polvorón, con el punto justo de dulzor, que se hacen en menos de diez minutos y que son absolutamente deliciosas.
Ingredientes:
- 150 g de mantequilla pomada.
- 50 g de azúcar glass.
- Ralladura de 1 limón.
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 150 g de harina.
- 20 g de maicena.
Preparación:
Batir la mantequilla con el azúcar. Añadir la ralladura y el zumo de limón y unir. Agregar la harina y la maicena y batir para obtener una masa lisa. Formar bolas con ayuda de un par de cucharitas y colocar en una bandeja de horno protegida con papel de horno o silpat. Hornear, horno precalentado, a 180º durante 15 minutos, no deben dorarse. Dejar enfriar sobre una rejilla y espolvorear azúcar glass (al gusto).