No sé si os pasado alguna vez pero a mí me echan un poco para atrás aquellos dulces que requieren tantas claras, tantas yemas... porque luego pienso ¿qué hago con la otra parte que me sobra? Pues hoy te traigo la solución a esas yemas que rondan por la nevera que son esas que siempre me sobran a mi.
La receta original es de Bertha y me pareció tan buena idea aprovechar las yemas así que no fuera en natillas o tocinillo de cielo que me puse manos a la obra en cuanto anduve con yemas de sobra. Qué resultado más rico por favor. Un señor bizcocho en toda regla.
Ingredientes:
- 6 yemas.
- 250 g de harina.
- 230 g de azúcar.
- 200 ml de leche.
- 150 g de mantequilla.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- 16 gr de levadura.
- Una pizca de sal.
Para decorar:
- Azúcar glass.
Preparación:
Derretiremos la mantequilla y la reservaremos. Batiremos las yemas junto con el azúcar, la mitad de la leche y el extracto de vainilla. En un cuenco tamizaremos la harina, la levadura y la sal. A esta mezcla de ingredientes secos le agregaremos la masa anterior junto con el resto de la leche y la mantequilla derretida. Añadiremos la mezcla de las yemas y batiremos bien. Verteremos en el molde deseado previamente engrasado. Hornearemos a 190º, con horno precalentado con calor arriba y abajo, durante 30-40 minutos o hasta que lo pinchemos con un palillo y este salga limpio. Una vez horneado dejaremos enfriar sobre una rejilla. Desmoldar y decorar con azúcar glass espolvoreado.
