Desayunos con tiempo, disfrutando al máximo de los sabores de cada bocado de ese dulce que hemos elaborado para nosotros y para nuestra familia o amigos. Así es como me siento en verano, donde cuando las obligaciones no aprietan y te sientes con tiempo para hacer mil cosas (aunque nada más lejos de la realidad).
Esta vez me he decantado por un desayuno especial, porque la vuelta de vacaciones es cruel y bastante dura, para que sea más llevadero y levantarme así con buen pie.
Me he servido de la gofrera de
Lidl, que acaba de salir a la venta en sus supermercados. Hacía tiempo que quería hacerme con ella (ya tengo otra que deja los gofres con forma de corazón y que podéis ver
aquí). Me he dado el capricho para preparar infinidad de gofres con sabores tan dispares como ricos.
Creo que una imagen vale más que mil palabras así que os dejo una foto de como quedan de bien los gofres. No pude resistir la tentación y el primer gofre que salió de la misma fue directo a mi estómago, estaba más que caliente. Toda una delicia.
Tengo unas cuantas recetas en mente de gofres que voy a preparar este verano y es que en menos de media hora podemos tener una merienda o un desayuno resuelto. Id calentando vuestras gofreras porque pienso darle mucho uso a la mía y espero que os animéis a elaborar alguna de las recetas que os propongo.
Además sale una cantidad más que considerable de gofres, así que podéis invitar a parte de la familia, amigos o, por qué no, a los vecinos. En la receta que veréis más abajo salieron 10 gofres.
Ingredientes:
- 125 grms de mantequilla a temperatura ambiente.
- 80 grms de azúcar.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 3 huevos pequeños.
- 200 ml de leche.
- 260 grms de harina.
- Una pizca de sal.
- 4 grms de levadura química.
Para acompañar:
- Nata de montar.
- Yogurt griego.
- Sirope de chocolate.
- Sirope de fresa.
Preparación:
Mezclaremos las mantequilla junto con el azúcar hasta que consigamos una mezcla cremosa y lisa. Añadiremos el extracto de vainilla y uniremos bien. Iremos agregando los huevos uno a uno (no incorporaremos el siguiente hasta que no se haya mezclado bien el anterior a la masa). Es el momento de añadir la leche. Una vez bien mezclados todos los ingredientes húmedos incorporaremos los secos, la harina, la sal y la levadura (todos ellos tamizados). Removeremos bien la mezcla y conseguiremos, en pocos minutos, una masa homogénea y sin grumos. Una vez tengamos lista la masa calentaremos la gofrera, cuando se encienda el piloto verde esta estará lista para ser utilizada. Verteremos en cada hueco de gofre tres cucharadas soperas de la masa y la extenderemos ligeramente con el dorso de la cuchara. Cerraremos la tapa de la gofrera y dejaremos que los gofres se hagan por espacio de 4 minutos (este tiempo es estimativo, todo depende de como te gusten a ti). Una vez pasado el tiempo los sacaremos cuidadosamente, estarán un poquito blandos pero a medida que se vayan enfriando irán endureciendo un poco. Dejaremos que entibien en una rejilla. Podemos acompañarlos de lo que más nos guste helado (por cierto
Lidl tiene una variedad de helados enorme y todos ellos deliciosos), miel, queso de untar, sirope de arce, melaza... Yo lo he hecho con nata, yogurt griego y sirope de chocolate y de fresa.