Un bizcocho (¡otro!) del que te tienes que guardar muy celosamente la receta. ¡¡Qué rico está!! El saborazo del chocolate y el toque de caramelo que le da el Baileys. El mío quedó un poquito sin hacer en el centro y no veas que jugoso quedó.
No tiene complicación, tan solo tienes que seguir los pasos que te digo abajo, no abrir el horno antes de tiempo y ¡voilá! tendrás en nada uno de los bizcochos más ricos que he hecho.
Yo he utilizado un molde rectangular de cake con capacidad para 1 litro y me quedó muy justo así que si tienes uno un poco más grande utilízalo sin miedo. Y por primera vez también he usado una lámina de silicona que compré en Lidl para forrar los moldes y no tener que engrasarlos. Compré uno en redondo y otro en rectangular. Se pueden adaptar a las medidas del molde y me ha parecido todo un inventazo. Me ha gustado mucho lo fácil que es de poner, lo bien que desmolda y no he manchado nada (pero nada nada) el molde. Os enseño la foto en IG para que veáis de lo que os hablo.
Ingredientes:
- 150 g de mantequilla en pomada.
- 100 g de chocolate fondant.
- 145 g de azúcar moreno.
- 3 huevos.
- 180 ml de Baileys.
- 50 g de cacao puro en polvo.
- 170 g de harina.
- 16 g de levadura química.
- Una pizca de sal.
Preparación:
Derretir en el microondas (o al baño maría) el chocolate y la mantequilla en el microondas en tandas de 20 segundos. Añadir el baileys y el azúcar y mezclar. Agregar los huevos uno a uno, no incorporar el siguiente hasta que el anterior esté completamente integrado. Es el momento de incorporar los ingredientes secos, la harina, la levadura, el cacao y la sal (todos ellos tamizados) y batir bien hasta que obtengamos una mezcla uniforme, lisa y sin grumos. Verter en un molde de cake (con capacidad para 1 litro) previamente engrasado. Precalienta el horno con calor arriba y abajo a 190º y cuando lo metas bájalo a 180º durante 35-40 minutos o hasta que lo pinches y el palillo salga limpio. No dejes que se haga del todo para que quede más jugoso.