Smoothie Bowl de Arándanos y Plátano

Tu plato hondo y la cuchara siguen formando parte del desayuno, pero los ingredientes ya no son tan solo cereales y leche. Así es el smoothie bowl, la forma de comenzar el día con vitaminas, fruta y proteínas que está arrasando. 

Los ingredientes son interminables, hay mil y una variedad. Como toppings puedes apostar por nueces, muesli, granola, coco rallado, almendras... Si buscas una base espesa, puedes decantarte por el yogur griego u optar por leche de soja, avena o almendras si prefieres algo más líquido. Es un desayuno muy equilibrado por ser nutritivo y ser rico en antioxidantes y grasas saludables. 

Como ingrediente líquido he usado la bebida de arroz y nuez de Borges porque me encanta su sabor y por su textura. Además he adorando el smoothie bowl con un puñado de nueces así que le va a la perfección. 

Yo ya me he apuntado a esta moda porque me gusta, es una manera diferente, original, divertida, sana y muy rica de empezar el día y por qué no sumarla a nuestro recetario de almuerzos y meriendas. ¿Te animas a preparar tu smoothie bowl?

Este smoothie bowl es el primero que hago y pruebo pero no va a ser el último. Me ha encantado la experiencia. Ahora tengo que probar con alguno salado, combinar ingredientes y que los sabores casen para que sea perfecto. 

Ingredientes:

- 2 plátanos congelados.

- 125 g de arándanos más unos cuantos para adornar.

- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.

- 80 ml de bebida de arroz y nuez de Borges.

- Un puñado de nueces.

- 3 bolas de melón.

Preparación:

Pondremos en el vaso de la batidora los plátanos troceados, los arándanos limpios, el extraco te vainilla y la bebida de arroz y nuez. Trituraremos hasta que quede una masa lisa. Colaremos y pondremos en el bowl de presentación. Decoraremos con unas nueces, arándanos y bolas de melón.

Tarta de Queso con Mermelada de Cerezas

Si, ya sé que en verano da mucha pereza encender el horno pero si sois fan de las tartas de queso como yo no os va a importar mucho pasar un poco de calor. Siempre podéis levantaros un poco antes y con el fresco de la mañana poneros al lío con la riquísima tarta que hoy os propongo.

He utilizado los copos solubles de avena y miel de Hero que vienen en la caja Degustabox de este mes. Estos copos son una forma deliciosa de añadir fibra a nuestra dieta diaria tan solo tienen 19 calorías, 0% de materia grasa y cuentan con 7 vitaminas y hierro.

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Es una tarta pequeñita pero que cunde bastante. La mermelada le aporta una jugosidad magnífica. No es un dulce nada pesado y tomado bien fresquito apetece mucho en esta época. También te recomiendo hacerla el día anterior para que todos los sabores se aúnan y ganen potencia. Solo me queda por decirte una cosa ¿A qué esperas para ponerte con ella?

Ingredientes:

- 300 g de queso de untar.

- 70 g de azúcar.

- 2 huevos.

- 2 cucharadas de copos solubles de avena y miel de Hero (unos 15 g aproximadamente).

- 6 g de levadura química.

Mermelada de cerezas:

- 500 g de cerezas.

- La mitad del peso de las cerezas sin rabito y sin pepita de azúcar.

Preparación:

Para la tarta de queso mezclar en un cuenco el queso de untar junto con el azúcar. Añadir los huevos, uno a uno (no incorporar el siguiente hasta que el anterior esté integrado por completo), y mezclar. Incorporaremos la harina y la levadura y mezclaremos bien. Verter en un molde redondo desmoldable de 16cm, previamente engrasado y la base forrada con papel parafinado para horno. Hornearemos, horno precalentado con calor arriba y abajo, a 150º unos 40-45 minutos o hasta que la pinchemos y el palillo salga limpio. Apagar el horno y dejarla dentro 30 minutos más. Abrir un poco la puerta del horno y dejar que enfríe por completo.

Para preparar la mermelada de cerezas quitaremos el rabito y la pepita de las cerezas, las pesaremos y las pondremos en un cazo junto a la mitad de su peso en azúcar. Pondremos a cocer, cuando rompar a hervir lo tendremos a fuego medio 10 minutos removiendo de vez en cuando. Pasado este tiempo retirar del fuego y dejar entibiar. Una vez templada extender sobre la tarta de queso ya fría. Conservar en nevera.

Buñuelos de Jamón y Queso

Mi propuesta para empezar muy bien la semana es un picoteo o un segundo acompañado de una fresca ensalada. Estos buñuelos son una delicia, está mal que yo lo diga, pero aún comiéndolos fríos (el bloguero cocinero siempre se lo come todo  frío) están de miedo.

La clave para que salgan tan ricos y con un sabor diferente y delicioso es que he utilizado los Panetines de Alba que entran en la caja Disfrutabox de este mes. He escogido los de sabor paprika aunque los de fuet son también riquísimos. 

Ya los probé hace tiempo, podéis ver aquí la receta, y en casa gustan y mucho. Casi ni los he probado, menos mal que rescaté unos poco para hacer la receta...

Panetines son unas ligeras rebanaditas horneadas con un sabor inédito hasta ahora. Un sabor diferente que hace las delicias de todo el mundo. Ni cansan ni llenan ni están fritos, por lo que son el aperitivo perfecto para niños y adultos.

Tan solo os llevará 20 minutos, media hora a la sumo, prepararlos. Veréis que el resultado es magnífico. Este verano van a triunfar estos buñuelos con la cervecita bien fresquita, o el mosto, o el vino, o el refresco...

Ingredientes:

- 60 ml de agua.

- 60 ml de leche.

- 4 lonchas de jamón serrano (45 g aproximadamente).

- 40 g de queso curado rallado.

- 30 g de mantequilla.

- 70 g de harina.

- 1/2 cucharadita de levadura química.

- 75 g de Panetines sabor paprika.

- Aceite de oliva virgen.

Preparación:

Poner en un cazo la leche junto con el agua y la mantequilla y dejar que hierva. Cuando rompa a hervir apagaremos el fuego y añadiremos la harina y la levadura de golpe y mezclaremos bien con ayuda de una cuchara de madera. Parecerá que no se junta pero hay que insistir hasta que obtengamos una masa lisa. Añadiremos el queso y el jamón cortado en trocitos pequeños y mezclaremos. Finalmente incorporaremos los Panetines triturados y mezclaremos bien. En una sarten pondremos abundante aceite de oliva y la pondremos a calentar. Iremos agregando cucharaditas de la masa, no muchas a la vez, y freiremos hasta que se doren. Unos 5 minutos a fuego medio bajo. Si vemos que no se dan solos la vuelta los voltearemos nosotros con ayuda de un tenedor.