Crema de Calabaza con Queso y Pétalos de Rosa

Tras todos los excesos que cometemos de comida durante las fiestas navideñas, mira que siempre nos proponemos no pasarnos y controlarnos pero que no hay manera oye. Lo dicho tras estos excesos os traigo una cremita bien rica, sana y sencillísima de preparar.

¿Por cierto? ¿Qué tal han ido esos regalos de Reyes? Seguro que fenomenal y con mucho regalito hand made ¿si? Últimamente adoro todo lo casero, todo aquel que dedica parte de su tiempo para hacer algo que realmente le gusta y que sabe hacer me parece que tiene un valor incalculable.

Como novedad he incorporado a la crema los pétalos de rosa, sin exceso, tan solo una pizca para cada comensal. Le aportan un toque, un crujiente y frescor inigualable.

La cajita de pétalos de rosa la podéis incontrar en la última caja de Degustabox. Si queréis conseguirla por un precio más económico al realizar el pedido tan solo tenéis que teclear el código "gourmetB999" y la caja os saldrá por 9,99€ en vez de 14,99€  (gastos de envío incluidos). Un pequeño capricho que nos podemos dar si los Reyes Magos de Oriente no han sido muy generosos este año.

Ingredientes:

- 1 cebolla.

- 1 patata mediana (200 grms aproximadamente).

- 1.200 grms de calabaza.

- 1 zanahoria mediana.

- 800 ml de agua.

- Aceita de oliva.

- Sal.

- 200 grms de queso de untar.

- Pétalos de rosas.

Preparación:

Picaremos la cebolla en cuadrados y la rehogaremos durante dos minutos en el aceite de oliva. Luego agregaremos la zanahoria , también pelada y cortada en trozos no muy grandes, y la rehogaremos unos cinco minutos. Agregaremos la calabaza y la patata, ambas sin piel y troceadas. Añadiremos el agua y dejaremos cocer unos 15-20 minutos o hasta que toda la verdura esté blanda. Salaremos. Retiraremos la mitad del caldo de cocción e incorporaremos 175 grms del queso de untar y trituraremos. Emplataremos y sobre cada plato, taza o tazón pondremos una quenelle de queso de untar. Finalmente espolvorearemos los pétalos de rosas.

Roscón de Reyes de Calabaza

¿Pensabais que este año os iba a dejar sin Roscón para el día de Reyes? ¡¡Ni hablar!! El año pasado también preparé un Roscón para el día 6 de Enero pero fue el que llevo preparando dos años consecutivos, el de Cristina (de Kanela y Limón). Ana era muy pequeñita y no me compliqué buscando recetas nuevas para probar.

Este año me he desquitado con uno nuevo aunque nuevamente he vuelto a probar el Roscón con el que nos ha sorprendido Cris ya que entre sus ingredientes nos encontramos con la calabaza. Os comentaba hace poco tiempo que me encanta introducir verduras en las masas de repostería y en este caso se confirma mi teoría. Cris nos ha vuelto a sorprenden muy gratamente.

No es complicado de preparar, tan solo hay que respetar los tiempos de reposo y se convertirá en magia el como crece la masa y va cogiendo forma. Podéis decorarlo como más os guste, con o sin fruta escarchada, con azúcar perlado, almendra laminada, guindas... 

A mi me salieron 4 roscones medianos, dos los rellené con crema  pastelera (la express) y otros dos con nata. Si les ponéis un trocito bien grande a los Reyes Magos, o incluso uno Roscón de estos, seguro que son muy generosos la noche del día 5. 

Con esto doy por finalizadas las recetas para esta Navidad, lo cierto es que se me ha pasado volando ¿y a vosotros?

Ingredientes:

- 60 grms de leche tibia.

- 13 grms de levadura fresca de panadería.

- Ralladura de un limón y media naranja.

- 20 grms de zumo de naranja.

- 50 grms de manteca de vaca derretida.

- 3 huevos.

- 200 grms de puré de calabaza.

- 8 g de agua de azahar.

- 100 grms de azúcar.

- 650 grms de harina de fuerza.

Para decorar:

- Azúcar.

- Azúcar perlado.

- Fruta escarchada.

Preparación:

Desharemos la levadura en la leche tibia e iremos incorporando los ingredientes uno a uno según el orden mencionado e iremos mezclando. Yo cuando hecho la harina mezclo la mitad con las varillas y posteriormente amaso a mano. Esta vez he hecho la masa sin panificadora. Una vez bien amasada la mezcla la pondremos en un cuenco amplio untado de aceite, la taparemos con un papel film aceitado por la cara en la que va a estar en contacto con la masa y lo dejaremos a temperatura ambiente una hora y a continuación guardaremos la masa en la nevera toda la noche. Al día siguiente sacaremos la masa de la nevera y le daremos forma de roscón. Dejaremos levar de nuevo hasta que aumente por lo menos el doble su volumen. Pintaremos la superficie del roscón con huevo batido y decoraremos al gusto. Introduciremos en el horno precalentado a 180º, con calor arriba y abajo, y lo tendremos durante 25 minutos. Retiraremos y dejaremos enfriar sobre una rejilla.

Tronco de Navidad de Queso, Chocolate y Limón

Se que casi las Navidades ya han pasado, aunque queda lo mejor, lo Reyes Magos (niños y adultos los esperamos todos los años con muchísima ilusión) pero no quería dejar de mostraros esta delicia de receta más acorde y cercana al 25 de Diciembre que a estas fechas de primeros de año. Tras el tronco de Navidad que hice en 2010 relleno de nata y el tronco del 2012 relleno de mousse de turrón me lanzo este año con un tronco relleno de queso y Nocilla. Suena bien ¿verdad? Pues imaginaros su fantástico sabor.

Podemos embaucar a los Reyes Magos de Oriente con este dulce y seguro, segurísimo, que nos dejan bastante de lo que hayamos pedido en la carta. Ni ellos podrán resistirse ni sucumbir a este dulce y delicioso bocado.

La crema del relleno y la cobertura del tronco nos ha encantado. La esponjosidad del bizcocho ha sido espectacular. Todo el conjunto han hecho una delicia de dulce en estos días previos a la Navidad. Ya sabéis que tenemos que ir un paso por delante para ir organizando las comidas y cenas de estas fechas tan señaladas. Esto tiene una ventaja... que podemos disfrutar dos veces de maravillosas recetas como estas. Esto lo digo con conocimiento de causa ya que lo he preparado ya dos veces estas Navidades, total la operación bikini queda tan lejana...
La idea de la receta la he sacado de Telva aunque he hecho unas cuantas modificaciones.

Ingredientes:

Para el bizcocho genovés:

- 80 grms de azúcar.

- 100 grms de harina.

- Una pizca de sal.

- 4 huevos.

Para el relleno de queso y chocolate:

- 350 grms de Nocilla o crema de cacao casera.

- 250 grms de queso mascarpone.

- 250 grms de queso de untar.

- La ralladura de un limón.

Preparación:

Lo primero de todo será preparar nuestro bizcocho genovés y para ello separaremos las claras de las yemas. Montaremos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Cuando estas estén montadas añadiremos el azúcar hasta que consigamos un merengue liso y brillante. Añadiremos las yemas batidas y lo mezclaremos. Agregaremos la harina tamizada y lo haremos con movimientos envolventes para que las claras no se nos bajen. Forraremos nuestra bandeja de horno con un silpat o con papel de horno y extenderemos muy bien la masa del bizcocho con ayuda de una espátula, de tal manera que nos quede lo más lisa y uniforme posible. Hornearemos el bizcocho a 180º, con calor arriba y abajo, durante 12-14 minutos. Mientras se hornea humedeceremos ligeramente un paño de tela y sobre un papel de horno espolvorearemos un poco de azúcar, colocaremos el paño debajo de dicho papel de horno. Una vez horneado el bizcocho lo sacaremos y acto seguido lo volcaremos sobre el papel de horno con azúcar. Despegaremos el anterior papel o silpat, lo que hayamos utilizado y lo enrollaremos apretando ligeramente. Esta operación hay que hacerla lo más rápido que podamos para evitar que el bizcocho se nos enfríe rápidamente y se nos parta a la hora de enrollarlo. Dejaremos que le bizcocho enfríe por espacio de 4 horas. Mientras elaboraremos el relleno y la crema que decorará nuestro tronco de Navidad. Mezclaremos la Nocilla con los quesos y la mitad de la ralladura de limón. Una vez frío el bizcocho lo abriremos suavemente y extenderemos la mitad de la masa sobre el mismo llegando a todas las partes del bizcocho. Volveremos a enrollar y finalmente decoraremos el tronco con el resto de la crema de queso y chocolate. Decoraremos con la mitad de la ralladura de limón que nos quedaba.