Mi primer naked cake. Los que me seguís por Instagram ya sabréis que siento predilección por este tipo de tartas, desde que las vi fue un flechazo absoluto.
Me gusta lo imperfecto, lo inacabado. A mi me parece precioso y muy rústico. Porque no tod@s sabemos hacer tartas con bordes perfectos creo que es la mejor opción para aquellos a los que este toque "imperfecto" (perfecto para mi) les guste tanto como a mi. Además no lleva tanta crema como otras tartas lo que la hace mucho más ligera sin perder el toque dulce preciso.
El cake lo he hecho con un ingrediente sorpresa y muy novedoso para mi en lo que a dulce se refiere. Aunque ya he hecho varios bizcochos con vino tinto (bizcocho, cupcakes y bundt cake) con vino blanco nunca. He de reconocer que me ha gustado muchísimo el resultado. No se nota nada el sabor a este, con el calor del horneado pierde el alcohol y hace que el bizcocho quede muy jugoso.
El vino que he utilizado es Martín Códax, es un Albariño de las Rías Baixas (denominación de origen) de 2013. Es una lástima que no me haya podido tomar una copita bien fría del mismo, la lactancia me impide el tomar bebidas con alcohol. Pero los de mi alrededor, que esperaban ansiosos que abriera la botella, me han dicho que es un vino magnífico. Es un vino que se elabora en su totalidad con uva albariño, siguiendo un riguroso y esmerado proceso para garantizar su pureza varietal y la esencia tradicional de los vinos originarios del Salnés. Es un vino limpio, brillante de color amarillo limón con reflejos verdosos con notas cítrica a lima y mandarina. Predomina la nota floral, el jazmín y azahar.
Yo lo he comprado online en la web del grupo taninos. Allí tienes una gran gama de vinos tanto tintos como blancos a cada cual más tentador. Yo me he hecho con unas cuantas botellas y estoy encantada con mi compra.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 3 huevos.
- 150 grms de azúcar.
- 40 ml de aceite de girasol.
- 45 grms de mantequilla derretida.
- 100 ml de vino blanco Albariño Martín Codax (Rias Baixas).
- 1/2 cucharadita de pasta de vainilla o 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 250 grms de harina.
- 12 grms de levadura química.
- Una pizca de sal.
Para el relleno:
La mermelada que más te guste, yo utilicé una de calabaza.
Para la crema de vainilla:
- 50 grms de mantequilla a temperatura ambiente.
- 60 grms de queso de untar.
- 50 grms de azúcar glass.
- 1 cucharadita de pasta de vainilla o 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
Preparación:
Comenzaremos preparando el bizcocho. Engrasaremos un molde de 18cm. Si quieres que el la tarta te quede un poco más alta utiliza uno de 15cm y en vez de tres bizcochos obtendrás cuatro. Precalentaremos el horno a 180º con calor arriba y abajo. En un cuenco batiremos los huevos con el azúcar y la vainilla hasta que estén bien espumosos y hayan doblado su volumen. Agregaremos el aceite,la mantequilla y el vino en un hilo para que no baje el volumen de la masa. Finalmente añadiremos la harina, la levadura y la sal (todas ellas tamizadas) y mezclaremos bien. Verteremos en nuestro molde y hornearemos durante 45 minutos o hasta que lo pinchemos con un palillo y este salga limpio. Una vez horneado lo dejaremos reposar 30 minutos sobre una rejilla y desmoldaremos. Dejaremos enfriar por completo. Si nos ha salido copete en el bizcocho se lo cortaremos. Posteriormente cortaremos el bizcocho en tres capas. Dejaremos la capa de la base del bizcocho para la parte de arriba para que nos quede más liso el cake.
Para la elaboración de la crema de vainilla mezclaremos todos los ingredientes con ayuda de una barilla. Sobre cada capa de bizcocho pondremos bastante mermelada para que quede más jugoso el bizcocho e iremos colocando una capa sobre otra. Finalmente extenderemos la crema de vainilla sobre el bizcocho. Primero comenzaremos cubriendo la parte superior del bizcocho y luego los laterales.
