Panna Cotta de Dulce de Leche

Hacía tiempo que no preparaba panna cotta en casa. Me encanta las mini dosis de este dulce italiano tan rico y tan sencillo de preparar.

Yo he utilizado un molde de silicona para que cogiera una forma bonita y presentarlo en dosis individuales pero también puedes presentarlo en vasos si no quieres complicarte a la hora de tener que desmoldarlo, cosa que no es complicada pero que implicará que le dediques un par de minutos más a la hora de presentarlo.

En cuanto abrí la caja Degustabox de este mes supe que el dulce de leche Márdel sería el producto elegido. Sin desmerecer todo lo que entraba en la caja gourmet pero es que todo mi yo solo le hacía ojillos a ese bote con ese contenido. 

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El dulce de leche Márdel es riquísimo. Nos lo podemos comer a cucharadas (casi sin darte cuenta te habrás comido el bote entero) o también podemos utilizarlo para acompañar tostadas, frutas, flanes, gofres o como relleno de postres y crepes.

Yo me he decantado por hacer un dulce diferente, una panna cotta. En tan solo 5 minutos la tendrás lista. Es uno de esos postres que elaboras con antelación y que no son nada complicados. Estas tardando en prepararlo para este fin de semana.

Ingredientes:

- 200 ml de nata.

- 65 grms de dulce de leche Márdel.

- 1 y 1/2 hojas de gelatina o cola de pescado.

- 1/4 cucharadita de extracto de vainilla.

Preparación:

Hidrataremos la gelatina en agua fría durante 10 minutos. Mientras en un cazo calentaremos la nata, el dulce de leche y el extracto de vainilla hasta que hierva. Una vez que ha hervido agregaremos la gelatina escurrida. Verteremos la mezcla en el molde de silicona o en los vasos de presentación. Dejaremos 30 minutos reposar a temperatura ambiente hasta que se enfríe y luego dejaremos que cuaje durante 5 horas en la nevera.

El Costurero 7 - El Gran Festival Craft

Tengo todas las revistas de El Costurero, lo confieso, me gustó desde el minuto cero. Soy una Craftlover incansable e insaciable. Lo malo es que el día tan solo tiene 24 horas y no alcanzo a realizar todo lo que mi mente imagina, piensa, idea. Así que me guardo todos estos proyectos para más adelante cuando tenga más tiempo libre y pueda llevarlos a cabo. Para todos los amantes del hand made, DIY y todo lo craft es vuestro magazine.

¿Y por qué os hablo de El Costurero y en concreto del número 7? Porque me siento orgullosa de poder contaros que en el mismo aparecen cinco recetas mías. Algunas de ellas las podéis encontrar en el blog pero otras son inéditas. Todo un honor y un placer el que todo el equipo de El Costureo haya contado conmigo para su edición número 7.

En esta imagen podéis ver una receta nueva, mousse de chocolate, aguacate y café.

El lema de esta séptima edición del Costurero se resume en una frase de Einstein: "La creatividad es la inteligencia divirtiéndose". Que mejor motivo para empezar un nuevo curso con este lema. Septiembre ha sido el comienzo de muchas cosas y es cuando mis ideas más fluyen, surgen nuevos retos, proyectos. Dejemos que nuestra mente fluya y de rienda suelta a nuevas ideas y creaciones.

En El Costurero 7 puedes aprender a hacer un cuadro con hilos de la mano de Mr and Mrs Morgan. Admirar la ropa de Lorena Loseda y su slow-fashion. Realizar un álbum infantil de tela (por cierto ¡¡precioso!!) de la artesana autodidacta Txell Lagresa donde todo lo que sale de su atelier está realizado por ella desde los diseños hasta el packaging pasando por la fotos. También aprenderemos cómo aprovechar camisas para hacernos blusas de diseño o un pantalón. Todos estos e infinidad de proyectos craft podemos encontrar en esta revista tan creativa.

Gracias a Anabel y a todo el equipo del Costurero por confiar en mi y en mi trabajo. Hacéis una labor excepcional y muy cuidada. No dejéis de hacernos los días más agradables y bonitos con vuestras publicaciones. Gracias por animarnos a reciclar, a crear, a imaginar... que no se pierda nunca esta creatividad.

Cheesecake de Algodón Japones

Hay unos dulces que te gustan más que otros y hay libros que te gustan más que otros. Cuando ambas cosas se juntan se crea una explosión peligrosa de emociones y sabores.

Empecemos por el principio... Ya sabéis que las tartas de queso me encanta, me apasionan, me pierden. Es mi dulce favorito. Siempre que cae en mis manos una receta dulce que lleve queso, y más si es un cheesecake, procuro hacerla. La que hoy os traigo hace mucho tiempo, tanto como años, que quiero hacerla. Un cheesecake japonés. 

Nos ha encantado su textura, esponjosidad, sabor... en fin... para resumir nos ha gustado todo. Además la he compartido con una amiga especial, Bego, que todos los años viene a visitarnos y nos hace muy felices con su presencia en la familia. Así que esta receta va dedicada especialmente a ti mi gran amiga Begoña porque te echo mucho de menos y quisiera tenerte más cerca.

La receta de este cheesecake de algodón japonés (el nombre le viene que ni pintado porque es esponjoso y suave a más no poder) es del libro de Mirta Escudero administradora del blog Dulce Sentimiento. 

El libro no puede ser más delicado, bonito y tener un contenido de lo más tentador y provocador. Libros Cúpula ha publicado un libro pensado para aprender a crear exquisitas galletas, tartas, cupcakes, magdalenas, bizcochos, cheesecakes, macarons y todo tipo de postres de la mano de una bloguera muy muy dulce. Las recetas vienen extraordinariamente bien explicadas y con unas fotos de impresión (menos más que el papel no se come). Además para cada recetas Mirta nos da sus truquillos para que esta quede perfecta y no fallemos en nada.

Está claro que yo me fui directa al apartado de cheesecakes y sin duda este japonés fue el elegido de entre todas las delicias que Mirta nos ofrece en su fantástico libro.

Ingredientes:

- 6 huevos.

- 50 grms de mantequilla a temperatura ambiente.

- 250 grms de queso de untar.

- 200 ml de nata fresca.

- 60 grms de azúcar.

- 50 grms de harina.

- 30 grms de maizena o harina de maíz.

- 1 cucharadita de sal.

- 1 cucharadita de extracto de vainilla.

Preparación:

Mezclaremos en un cuenco el queso de untar, la mantequilla y la nata. Batiremos bien. En otro cuenco batiremos las yemas con el azúcar y el extracto de vainilla y le agregaremos la mezcla anterior del queso. Después incorporaremos las harinas tamizadas. Montaremos las claras a punto de nieve junto con la sal, deberán de estar bien firmes (la sal ayudará a que estas monten muy bien). Agregaremos las claras montadas a la mezcla anterior con movimientos envolventes y de manera muy suave. Engrasaremos un molde desmoldable de 18 cm  y por fuera le pondremos papel aluminio. Verteremos la masa y la hornearemos, horno precalentado con calor arriba y abajo, a 180º al baño maría (el agua del baño maría debe de estar caliente) durante 40-45 minutos o hasta que lo pinchéis con un palito de brocheta y este salga limpio). Una vez horneado lo dejaremos enfriar sobre una rejilla. Frío lo desmoldaremos y estará listo para comer. Lo podemos acompañar de mermelada de fresas, frambuesas, frutos rojos...

* Yo he hecho el cheesecake con la mitad de ingredientes y he utilizado un molde de 13cm de diámetro y ha quedado perfecto. No os perdáis la foto del corte que lo dice todo.