De sobra es sabido que las tartas de queso me chiflan, ya sean
frescas como en
horno o en
vasito. Hay mil y una recetas y quiero probarlas todas.
En cuanto vi la receta del Quarktorte en el blog de
Bea me marqué el objetivo de que en cuanto pudiera, no más tardar de una semana, tendría que hacerlo y probarlo. Dicho y hecho. Aquí os la presento.
Bea quería hacer una tarta de queso similar a la que venden en el súper. Yo nunca las he consumido, de hecho nunca me han llamado la atención y mira que me gustan estas tartas... Siempre las he preparado en casa y nunca las he comprado.
Como bien os decía antes hay muchísimas versiones de esta delicia. Las hay más elaboradas y más sencillas, con mermelada y sin ella, con chocolate... Suelo preferir las tartas de queso frescas pero esta horneada a desbancado todas las que he preparado anteriormente, bueno sin olvidarme la
tarta de queso esponjosa y la
tarta de queso de la Viña que también son unas de mis preferidas.
Yo la he horneado en dos moldes de 12cm de la tienda de la
Repostería de Miguel y ha quedado perfecta, de hecho pensé que se me iba a salir mientras se horneaba. Ya sabéis que estas tartas se hinchan mucho y una vez fuera del horno baja bastante. La podemos acompañar de
mermelada de frambuesas,
de moras, de frutos rojos, de arándanos... o dejarla tal cual.
Me encanta visitar la tienda de
Miguel porque además de tener una gran variedad de productos es un encanto de persona. Supongo que ya conoceréis su
tienda y su
blog pero yo por si acaso os dejo los enlaces para que los despistados no dejen de visitarlo. En el último paseo que me di por su tienda me hice con estos
moldes de 12cm y la
pasta home chef de vainilla bourbon.
Ingredientes:
- 125 grms mantequilla a temperatura ambiente.
- 150 grms azúcar.
- 3 huevos.
- 500 grms de queso Quark.
- 75 gr almidón de maiz (Maizena).
- 1 cucharadita de levadura química.
- 1 y 1/2 cucharadas de zumo de limón.
- 1 cucharada de ralladura de limón.
- Una pizca de sal.
- 1/4 cucharada de cremor tártaro.
Preparación:
Engrasaremos un molde redondo desmontable de 20cm, o dos de 12cm (que podéis encontrar
aquí) con con spray antiadherente o con aceite y colocaremos papel de hornear en la base. Precalentaremos el horno a 180º, con calor arriba y abajo. Separaremos las yemas de las claras. Añadiremos a las claras la sal y el cremor tártaro y las montaremos a punto de nieve. Reservaremos. Batiremos la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una mezcla que haya blanqueado y sea esponjosa. Incorporaremos las yemas una a una. Añadiremos el almidón de maíz mezclado con la levadura química, en dos veces. En un cuenco aparte mezclaremos el queso quark con el zumo y la ralladura de limón y el extracto de vainilla. Incorporaremos esta mezcla a la anterior y batiremos hasta que los ingredientes estén bien integrados. Incorporaremos en dos o tres veces las claras a punto de nieve, suavemente y con movimientos envolventes. Verteremos esta mezcla en el molde que teníamos preparado y hornearemos durante 45-55 minutos. Pasado este tiempo sacaremos del horno y pasaremos una espátula, o cuchillo, alrededor del molde para despegar la tarta de las paredes, evitando así que se agriete en el centro. Dejaremos enfriar por completo sobre una rejilla. Una vez frío conservar en nevera. Está más rico con el paso de los días.
