El tiempo está un poco loco ¿no creéis? Hace una semana estábamos en manga corta con zapato descalzo y con 30º y hoy con el cielo negro, medio lloviendo y con fresquete... No hay mal que por bien no venga ya que así no nos da tanta pereza encender el horno y ponernos a hacer dulces sin parar.
El que hoy os propongo, para empezar la semana de la mejor manera, es súper sencillo y que vale para cualquier estación del año porque no hace falta encender horno tan solo unos 20 minutos de fritura y listo para degustar todo un bocado dulce cargado de sabor.
Para elaborar estas rosquillas he utilizado dos ingredientes estrella que dan su razón de ser a estas maravillosas rosquillas. Por un lado la
nata "Mi Repostería" de Central Lechera Asturiana (que ya utilicé en
otra receta) y que hace que las masas queden perfectas y muy esponjosas y el
té Chai de la India Girnar con sabor a cardamomo. Ya sabéis que no soy de té pero utilizado en postres me chifla, tanto que me estoy aficionando al mismo. El sabor a cardamomo de este té es espectacular, si eres de té en taza y quieres probarlo te va a encantar, además no hay que añadirle leche porque la lleva incorporada. Podrás disfrutar del mismo de forma rápida y fácil ya que tan solo tienes que verter su contenido en una taza añadir agua caliente y remover.
Ambos ingredientes vienen en la caja
Disfrutabox de este mes. Cada mes me sorprenden con ingredientes novedosos y muy apetecibles con mil y una opciones en la cocina. La caja además viene con unos washi tapes monísimos a los que pienso dar mucha utilidad.
Qué te voy a contar de estas rosquillas... además de ser muy sencillas de elaborar, nivel principiante cero, son deliciosas. Esponjosas y sabrosas por dentro y crujientes y con una capa dulce por fuera.
Ideales para regalar, para comer de una sentada, para un picnic, para desayunar... para cuando más te apetezcan. En casa han volado, las hemos comido incluso calientes del ansia de no poder esperar a qué sabrían con el maravilloso aroma que despedían al freirse.
Ingredientes:
- 60 grms de azúcar.
- 1 huevo.
- 9 grms de levadura química.
- 250 grms de harina.
- Una pizca de sal.
- Aceite de oliva suave.
Para decorar:
Azúcar glass.
Preparación:
Calentaremos la nata sin que llegue a hervir. Agregaremos el té y lo mezclaremos bien con la nata y lo dejaremos infusionando durante 12 horas en la nevera. Tres horas antes de su utilización lo sacaremos para que esté a temperatura ambiente. A la nata con el té añadiremos el azúcar y lo batiremos para que se una todo bien. Añadiremos el huevo y mezclaremos. Finalmente agregaremos los ingredientes secos, la harina, la levadura y la sal; todos ellos tamizados. Amasaremos bien la mezcla hasta conseguir una masa uniforme, sin grumos y que no se nos pegue a las manos. Cogeremos porciones de la masa, haremos bolitas y en ellas un agujero amplio en el centro. Freiremos en abundante aceite caliente, que no esté excesivamente caliente ya que queremos que se hagan bien por dentro. Una vez bien fritas por ambos lados dejaremos que pierdan el exceso de aceite colocándolas en un plato con papel de cocina. Una vez frías espolvorearemos azúcar glass.
