Un capricho para el día de hoy. Digo capricho porque es un dulce delicioso. Son unas de las magdalenas mas ricas que probado (aunque esta mal que yo lo diga...).
He utilizado una fruta muy veraniega y que dura muy poco en el mercado, los albaricoques. Cuanto mas maduros estén mejor, nos aportarán un toque dulzón a la receta y un sabor increíble. Así damos comienzo a primer día de Agosto por todo lo alto con algo dulce y riquísimo.
También me he lanzado a utilizar las gaseosillas el Tigre. No suelo utilizar este ingrediente en los dulces, siempre tiro de la levadura o del bicarbonato.
No ha subido mucho, no tienen un copete alto y no las hace visualmente llamativas pero si lo tienen en lo ricas que están. Es una mezcla jugosa, esponjosa, con contrastes de sabores de ácido (por los albaricoques) y el dulzor propio de una magdalena. El queso hace que quede una masa muy suave. En definitiva... las tienes que hacer y darte el capricho como yo he hecho.
¡Ah! y no te he hablado del crujiente. ¡Ay! es maravilloso. Congenia perfectamente con la magdalena, con ese sabor a canela tan fantástico.
Ingredientes (13 unidades):
- 80 g de mantequilla a temperatura ambiente.
- 110 g de azúcar.
- 300 g de albaricoques (unas 6 unidades).
- 2 huevos.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 150 g de queso de untar.
- 130 g de harina.
- 1 sobre gasificante de El Tigre.
- Una pizca de sal.
- 1/2 cucharadita de canela molida.
Para el crujiente:
- 15 g de mantequilla.
- 25 g de azúcar.
- 1 cucharadita de canela molida.
Preparación:
Batir la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una mezcla blanquecina. Añadir los huevos uno a uno, no incorporar el siguiente hasta que el anterior este completamente integrado en la masa. Agregar el queso de untar y el extracto de vainilla y batir, no en exceso solo hasta que se mezcle. Es el momento de añadir los ingredientes secos como son la harina, el gasificante, la sal y la canela; todos ellos tamizados. Batir hasta lograr una masa uniforme. Incorporar los albaricoques sin pepita y sin piel y troceados en cachitos pequeños. Repartir en la masa. Verter en las capsulas de magdalenas que habremos colocado dentro de un molde rígido de muffins. Hornear, horno precalentado con calor arriba y abajo a 180º, 20-25 minutos o hasta que los pinchemos y el palillo salga limpio. Una vez horneadas sacar del horno y dejar enfriar por completo sobre una rejilla. Una vez frías preparar el crujiente. Mezclar el azúcar y la canela. Derretir la mantequilla, pincelar cada magdalena (lo haremos en tandas de dos) y espolvorear la mezcla de azúcar y canela hasta crear una capa uniforme.