21 febrero 2010

Garbanzos con Langostinos

Hoy un señor plato de cuchara y nada menos que de la mano de María Luisa. Para los que no la conozcais, que sereis pocos, deciros que su blog es estupendo, creativo y con unas recetas que son toda una tentación. Pese al handicap del gluten, no nos privamos de nada, tanto dulce como salado.
Si ya la gente se volvió loca con el pan de plátano ni os cuento como está este plato salado. Y no, no pongais cara de extrañados ¿garbanzos y langostinos juntos?,Si, y está de rechupete. El día que lo prepares hazte con una buena hogaza de pan para untar bien, pero bien el plato. Os aseguro que os quedareis con ganas de más. María Luisa, se te echa de menos a tí y a tus recetas. No obstantes, somos fervientes seguidores tuyos y aquí estaremos al pie del cañon esperando tu ansiado regreso.

Ingredientes:

- 400 grms de garbanzos (de bote ya cocidos vienen genial).
- 250 gmrs de langostinos crudos.
- 1/2 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de pan rallado.
- 1 cucharadita de pimentón.
- 1 hoja de laurel.
- Sal.

Preparación:

Sino utilizamos los garbanzos ya cocidos, poner los garbanzos en remojo con 12 horas de antelación. Hervir los garbanzos hasta que estén tiernos (yo lo hago en la olla expres durante 15 minutos). Pelar los langostinos y hacer un fumet con las cáscaras y cabezas. Pasarlo luego por el chino y apretando bien para que suelten todos los jugos y el sabor. Reservamos el fumet. En una cazuela poner aceite y los dientes de ajo picaditos. Cuando empiecen a coger color, separamos del fuego y añadimos el pimentón, rehogando bien. Volvemos a poner en el fuego y añadimos ahora los garbanzos y el de pan rallado. Agregar el fumet y darle unos hervores. Se rectifica de sal y por último añadimos los langostinos, que deben estar muy poco tiempo, pues el marisco se seca si se hace demasiado. Servimos inmediatamente y espolvoreamos con perejil picadito.




18 febrero 2010

Restaurante Sinfonía

Muchas eran las ganas de ir al Restaurante Sinfonía. Llevaba meses intentando hacer un hueco en la agenda para poder visitarlo, ver el local y degustar su comida. Y por fín llegó el día. Lo cierto es que está ubicado en una calle lejana y no hay un cartel por fuera que te indique dónde está, menos mal que iba con una guía estupenda y con ella íbamos a tiro hecho.


El restaurante tiene dos zonas, entramos por una puerta que daba a una zona más informal pero comimos en la parte más elegante. Con unos colores naranjas, muy agradables.
He de decir que la comida fue estupenda, jugosa y deliciosa pero no nos gustó el trato. Para empezar la carta no era muy explícita y cuando al camarero le pedimos que nos lo explicara a poco más y se echa a reír ¿¿?? Finalmente nos enteramos de cómo iba el menú y pedimos. Estuvimos casi 2 horas para comer y eso que solo había tres mesas, el resto estaba vacío.

La presentación del plato era preciosa.

La variedad de panes que nos ofrecieron, riquísimos:

Ensalada de conejo relleno de membrillo y queso de cabra con tofu de chalota.

Sabéis que adoro las ensaladas y esta era perfecta. Con una combinación de carne y ese dulce-salado; resultó increíble.

Otra ensalada deliciosa que tuvimos la oportunidad de degustar fue:

Ensalada de queso caliente y piñones.

Como platos fuertes:

Secreto ibérico con berenjena.

Solomillo de cerdo con una guarnición de patatas.

En su punto, más bien poco hecho, como a mí me gusta.

Y los esperados postres. Así como toda la comida estaba riquísima, los postres nos decepcionaron y bastante. Para empezar no tenían ninguno de los de la carta y mira que quería probar la Mousse de gofio, praliné de avellana, manises y chocolate al 70%. Todo un chasco.

Coulant de chocolate.

Cremoso de chocolate blanco.

Desde mi punto de vista, la comida espectacular (salvo los postres) pero no me gusto ni la atención, ni el trato que recibimos.
En el menú entraba la bebida y el camarero nos trajo una botella de vino tinto fría (de nevera, tal cual), eso sí, un Ribera del Duero. La cual nos dejó en la mesa por si queríamos servirnos más (detalle ¿no?). Esto tenía truco, y qué truco, que nos la coló pero bien. A la hora de pagar nos cobraron la botella (si, si la botella de nevera y empezada) y el servicio de cubierto ¡Qué! ¿Cómo te quedas? Como nosotras con la boca abierta y con ganas de no volver. Esta es mi experiencia y creo que no repetiré.

16 febrero 2010

Donuts con Chocolate a la taza con Canela

¿Cómo podemos empezar el dia sonriendo? pues con esto:


Gracias a bloguzz y a Donuts voy a amanecer muchos días con una sonrisa en la cara y es que esto es lo que me han mandado. Pero no os asustéis no pienso comérmelos yo sola (¡qué locura!). He repartido muchos de ellos entre las personas que más estimo y que saben apreciar el saborazo de un Donuts bien hecho. Y es que vuelven los Donuts sin envasar, vamos los de toda la vida.

Como comerlo solo sería muy empalagoso me dije ¿con qué lo puedo acompañar? y al entrar en el blog de Alica supe que el chocolate a la taza aromatizado con canela sería el complemento perfecto.

Chocolate a la taza con canela

Ingredientes:

- 1 vaso de leche.
- 1 cucharada colmada de cacao puro.
- 1 cucharada de azúcar.
- 1 cucharadita de maicena.
- Canela al gusto.

Preparación:

Calentar la leche. Una vez caliente, reservamos tres cucharadas de la misma y en ella diluiremos la maicena (o fécula de maiz). A la taza de leche le agregaremos el cacao y el azúcar y mezclaremos bien para que se disuelvan. Juntaremos entonces a la taza la fécula y removeremos para evitar grumos. Espolvorear con canela.

Yo me he comido dos Donuts de una sentada. Porque yo lo valgo.


 

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