Mousse de Flash de Cereza en Vasitos de Chocolate

Me gustan muchísimo los flash. Soy muy de helado cremoso pero los flash me pierden de siempre. Se los he dado a probar a Ana y creo que le gustan tanto o más que a mi. Y este es el ingrediente estrella de esta receta que hoy os propongo. 

Gracias a la caja Degustabox de este mes he podido probar infinidad de sabores de estos flashes o polos de Palotes. Es puro zumo de frutas y sin colorantes artificiales. Sabores como la fresa y la naranja me transportan a mi infancia pero también hay otros novedosos como el de melón, cola-mora y el de cereza. Además Palotes también ha creado flashes sin azúcar con 0% de azúcares añadidos pero con sabores muy intensos.

Ya sabes que todos los meses puedes adquirir tu caja sorpresa gourmet Degustabox. La primera puede salirte por 9,99€ en vez de 14,99€ introduciendo en tu compra el código U8GVZ. Este mes la caja es espectacular, viene cargada de cosas riquísimas y muy novedosas, hasta un refrescante Verdejo con aroma a manzana y cítricos de Codorniu (lo reservo para cuando pueda beber alcohol porque tiene que estar de miedo).

Sino tienes vasitos de chocolate puedes hacerlos tu mismo con los moldes de papel de mini magdalenas, embadurnándolos bien de chocolate y despegándolos cuando estén ya fríos o hacer la mousse y ponerla en vasos individuales. A mi me ha gustado ponerla en estos vasitos porque son de comértelos en dos bocados y sus sabores combinan fenomenal. El toque crujiente del chocolate con lo suave y cremoso de la mousse.

Ingredientes:

- 1 hoja de gelatina o cola de pescado.

- 25 ml de flash de cereza Palotes de Kelia.

- 60 grms de queso de untar.

- 10 grms de azúcar glass.

- 100 ml de nata de montar con más de un 35% en materia grasa.

- Vasitos de chocolate.

Preparación:

Hidrataremos la gelatina en agua fría durante 10 minutos. Una vez hidratada calentaremos el flash de cereza en el microondas hasta que hierva e incorporaremos la gelatina escurrida, mezclaremos bien para que se disuelva por completo, dejaremos que se enfríe por espacio de 5 minutos. En un cuenco mezclaremos el queso con el azúcar glass y uniremos esta mezcla a la del flash. Montaremos la nata y la agregaremos a la mezcla anterior con movimientos envolventes. Meteremos en  una manga pastelera con boquilla rizada y llenaremos los vasitos de chocolate. Meteremos en la nevera y dejaremos que cuaje la gelatina por espacio de 4 horas.

Buttermilk and Cinnamon Muffins

Hace tiempo que no preparo muffins en casa. Últimamente me había enganchado a las magdalenas y no paraba de hacer recetas nuevas hasta que por fin me he decidido a preparar esta deliciosa receta de muffins.

El toque crujiente de la cobertura los hace magníficos con la esponjosidad de su cuerpo. Y el aporte del sabor a canela es sublime. Se conservan muy bien durante días, si es que os duran. Os invito a que este fin de semana los preparéis en casa y veréis que desayunos más ricos haréis en familia.

La receta de estos deliciosos muffins es del último libro de Bea Roque "Delicias para compartir" (Editorial Planeta). Contiene 70 recetas  inéditas, excepto 4 que aparecen en su blog y de nuevo todas ellas son de repostería tradicional americana. Hay recetas muy variadas de pound cakes, pies, muffins, cupcakes... También hay amplias introducciones acerca de los ingredientes y materiales que utilizaremos para la realización de las recetas. 

Me muero de ganas por hacer muchas recetas del nuevo libro de Bea, sobre todo de pound cakes. Me han tentado muchísimo y además salimos del clásico muffin o cupcake para presentarlo en forma de cake.

Bea dice que el sabor de estos muffins le recuerda mucho a los donuts industriales. A mi no me parece tan parecido, si un tiene un ligero toque pero no llega a tener ese sabor a donuts clásico. La textura de ambos no es ni parecida pero estos muffins no tienen nada que envidiarle a los donuts de siempre. Sigo buscando la receta "perfecta" de muffins con sabor a donuts, este es mi segundo intento, el primero fueron estos muffins con sabor a donuts, no desisto en la idea.

Ingredientes:

- 100 grms de mantequilla derretida.

- 125 ml de buttermilk.

- 1 huevo.

- 1 y 1/2 cucharaditas de pasta de vainilla.

- 240 grms de harina.

- 150 grms de azúcar.

- 1 y 1/2 cucharaditas de levadura quimica.

- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico.

- 1/2 cucharadita de nuez moscada.

- 1/2 cucharadita de sal.

Para la cobertura: (yo he utilizado la mitad de los ingredientes y aún así me ha sobrado)

- 100 grms de mantequilla derretida.

- 150 grms de azúcar.

- 1 cucharada de canela molida.

Preparación:

Precalentaremos el horno a 190º. Engrasaremos los huecos de una bandeja para muffins. Mezclaremos en un cuenco los ingredientes secos, la harina, la levadura, el bicarbonato, la nuez moscada, la sal (todos ellos tamizados) y el azúcar. En otro cuenco pondremos los ingredientes líquidos, la mantequilla derretida, el huevo, el buttermilk y la pasta de vainilla. Con unas varillas removeremos todos estos ingredientes líquidos hasta que estén perfectamente integrados. Añadiremos los ingredientes líquidos a los secos y mezclaremos hasta obtener una masa uniforme. Verteremos en los huevos del molde la masa de manera que llenemos 3/4 partes de su capacidad. Hornearemos 20-25 minutos o hasta que estén dorados o hasta que los pinchemos con un palillo y este salga limpio. Dejaremos enfríar sobre una rejilla dentro del molde unos 5 minutos. Desmoldar los muffins y dejar enfríar en la rejilla hasta que se puedan manipular (yo los dejé enfríar por completo). Haremos la cobertura mezclando el azúcar con la canela. Cogeremos los muffins por la base y lo sumergiremos en la mantequilla derretida, solo la parte superior. Inmediatamente los rebozaremos en el azúcar con canela.

Naked Cake de Vino Blanco y Vainilla

Mi primer naked cake. Los que me seguís por Instagram ya sabréis que siento predilección por este tipo de tartas, desde que las vi fue un flechazo absoluto. 

Me gusta lo imperfecto, lo inacabado. A mi me parece precioso y muy rústico. Porque no tod@s sabemos hacer tartas con bordes perfectos creo que es la mejor opción para aquellos a los que este toque "imperfecto" (perfecto para mi) les guste tanto como a mi. Además no lleva tanta crema como otras tartas lo que la hace mucho más ligera sin perder el toque dulce preciso.

El cake lo he hecho con un ingrediente sorpresa y muy novedoso para mi en lo que a dulce se refiere. Aunque ya he hecho varios bizcochos con vino tinto (bizcocho, cupcakes y bundt cake) con vino blanco nunca. He de reconocer que me ha gustado muchísimo el resultado. No se nota nada el sabor a este, con el calor del horneado pierde el alcohol y hace que el bizcocho quede muy jugoso.

El vino que he utilizado es Martín Códax, es un Albariño de las Rías Baixas (denominación de origen) de 2013. Es una lástima que no me haya podido tomar una copita bien fría del mismo, la lactancia me impide el tomar bebidas con alcohol. Pero los de mi alrededor, que esperaban ansiosos que abriera la botella, me han dicho que es un vino magnífico. Es un vino que se elabora en su totalidad con uva albariño, siguiendo un riguroso y esmerado proceso para garantizar su pureza varietal y la esencia tradicional de los vinos originarios del Salnés. Es un vino limpio, brillante de color amarillo limón con reflejos verdosos con notas cítrica a lima y mandarina. Predomina la nota floral, el jazmín y azahar.

Yo lo he comprado online en la web del grupo taninos. Allí tienes una gran gama de vinos tanto tintos como blancos a cada cual más tentador. Yo me he hecho con unas cuantas botellas y estoy encantada con mi compra.

Ingredientes:

Para el bizcocho:

- 3 huevos.

- 150 grms de azúcar.

- 40 ml de aceite de girasol.

- 45 grms de mantequilla derretida.

- 100 ml de vino blanco Albariño Martín Codax (Rias Baixas).

- 1/2 cucharadita de pasta de vainilla o 1 cucharadita de extracto de vainilla.

- 250 grms de harina.

- 12 grms de levadura química.

- Una pizca de sal.

Para el relleno:

La mermelada que más te guste, yo utilicé una de calabaza.

Para la crema de vainilla:

- 50 grms de mantequilla a temperatura ambiente.

- 60 grms de queso de untar.

- 50 grms de azúcar glass.

- 1 cucharadita de pasta de vainilla o 2 cucharaditas de extracto de vainilla.

Preparación:

Comenzaremos preparando el bizcocho. Engrasaremos un molde de 18cm. Si quieres que el la tarta te quede un poco más alta utiliza uno de 15cm y en vez de tres bizcochos obtendrás cuatro. Precalentaremos el horno a 180º con calor arriba y abajo. En un cuenco batiremos los huevos con el azúcar y la vainilla hasta que estén bien espumosos y hayan doblado su volumen. Agregaremos el aceite,la mantequilla y el vino en  un hilo para que no baje el volumen de la masa. Finalmente añadiremos la harina, la levadura y la sal (todas ellas tamizadas) y mezclaremos bien. Verteremos en nuestro molde y hornearemos durante 45 minutos o hasta que lo pinchemos con un palillo y este salga limpio. Una vez horneado lo dejaremos reposar 30 minutos sobre una rejilla y desmoldaremos. Dejaremos enfriar por completo. Si nos ha salido copete en el bizcocho se lo cortaremos. Posteriormente cortaremos el bizcocho en tres capas. Dejaremos la capa de la base del bizcocho para la parte de arriba para que nos quede más liso el cake.

Para la elaboración de la crema de vainilla mezclaremos todos los ingredientes con ayuda de una barilla. Sobre cada capa de bizcocho pondremos bastante mermelada para que quede más jugoso el bizcocho e iremos colocando una capa sobre otra. Finalmente extenderemos la crema de vainilla sobre el bizcocho. Primero comenzaremos cubriendo la parte superior del bizcocho y luego los laterales.